viernes, 22 de julio de 2011

Guerra

-Han sido muy valientes viniendo a Irak en las actuales circunstancias.
-Esperemos que todo vaya bien. No va a ser fácil trabajar con tanta premura de tiempo.
-Sí. los iraquíes confiamos en que Bush esté echando un pulso a Sadam.
-Pues no se equivoquen. Les ha declarado la guerra y en cuanto tenga sus efectivos dispuestos atacará. No creo que tarden en hacerlo más de seis o siete meses. 
-¿Por qué apoya España a Bush contra Irak?
-No confunda a España con nuestro actual Gobierno. Los españoles mayoritariamente estamos en contra de la guerra, no compartimos las razones de Bush para hacer la guerra.
-Entonces, ¿por qué no se rebelan?
Fabián soltó una carcajada.

-Tiene gracia que ested me pregunte por qué no nos rebelamos cuando ustedes viven bajo la bota de Sadam. Mire, yo no estoy de acuerdo con mi Gobierno en lo que se refiere a apoyar a Estados Unidos contra Irak ni en tantas otras muchas cosas, pero el mío es un Gobierno democrático. Quiero decir que le podemos echar en las urnas. 
-Los iraquíes quieren a Sadam -afirmó Clara
-No, no le quieren, y el día en que caiga, que caerá, sólo unos cuantos favorecidos por su régimen le defenderán. A los dictadores se les sufre, pero nadie les quiere, ni siquiera quienes han vivido bajo su régimen sin decir palabra. De Sadam lo único que quedará será el recuerdo de sus tropelías. Mire, dejemos las cosas claras, el que estemos en contra de la guerra no significa que apoyemos a Sadam. Sadam representa todo lo que abomina cualquier demócrata: es un dictador sanguinario, que tiene las manos manchadas con la sangre de los iraquíes que se han atrevido a oponérsele y con la de los kurdos a los que ha asesinado masivamente. 
>>No nos importa Sadam ni la suerte que pueda correr. Estamos en contra d ela guerra porque no creemos que nadie debe morir para que desaparezca un solo hombre, y sobre todo porque es una guerra por intereses bastados: quedarse con el petróleo de Irak. ¡Norteamérica quiere el control de las fuentes energéticas porque siente el aliento del coloso chino! Pero insisto: no se equivoque, quienes estamos en contra de la guerra aborrecemos a Sadam.
-No me ha preguntado si soy partidaria de Sadam -le reprochó Clara.
-No me importa que lo sea. ¿Qué hará? ¿Denunciarme a esos soldados para que me detengan? Imagino que si ested vive en Irak sin que le falte de nada, es porque es afecta al régimen de Sadam. No podríamos excavar aquí en estar circunstancias si su abuelo no fuera un hombre poderoso en Irak, de manera que no caben engaños. Pero eso sí, tampoco se engañe usted creyendo que quienes venimos aquí estamos dispuestos a inclinarnos ante Sadam o a cantar las excelencias de su régimen. Es un dictado y nos repugna profundamente. 
-Pero, aun así, vienen a excavar.
-Si logramos evitar el encontronazo político excavaremos. Venimos a excavar en una circunstancia difícil para nosotros, y no crea que ha sido fácil tomar la decisión. Venir aquí puede ser manipulado por algunos para presentarnos como gente que avala a Sadam, de manera que esto no esn una bicoca. Creemos que estamos ante la oportunidad de desvelar si lo que usted afirmó en el congreso de Roma tiene alguna base. Trabajaremos a destajo y contrarreloj, y si no conseguimos el objetivo, al menos lo habremos intentado. Como arqueólogos no podíamos dejar pasar la ocasión.



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